Un grupo de indígenas de las comunidades Ye’kwana y Sanema de la Cuenca del río Caura en Venezuela retienen a diez militares, nueve soldados y su responsable directo el comandante del Ejército venezolano Gianfranco Giordani Lealen, para mantenerlos en custodia a modo de protesta ya que estos quemaron dos viviendas de la comunidad, según se informó este viernes a un medio de comunicación de ese país.
“El comandante se encuentra bien pero está custodiado. Todos están bien, nosotros los desarmamos”, ha confirmado Ramón Tomedes, presidente de la Fundación Indígena Medewadi y portavoz de la Organización Kuyujani.
La Organización Indígena de la Cuenca del Caura Kuyujani ha explicado, a través de un comunicado, que el miércoles “de forma arbitraria el comandante quemó dos viviendas indígenas, aparentemente, en venganza por las denuncias que contra él se han hecho”.
Pero no es la primera vez, desde octubre de 2014 se han repetido las denuncias de la Organización Kuyujani sobre el comandante “por no respetar las cuotas de combustible asignadas para el transporte desde y hacia las comunidades que viven en la zona”, ya que que desde octubre no reciben combustible “porque aunque lo han autorizado, el comandante se ha negado arbitrariamente y eso ha afectado al transporte, la salud y la educación” manifiesta la organización.
A esta denuncia hay que sumarle el malestar de los indígenas por la buena relación entre los militares y los que practican la minería de forma ilegal, una práctica que ha desembocado en la deforestación y contaminación por mercurio de la zona.
Por ello, los hermanos exigen presencia del gobierno Venezolano porque a pesar que los indígenas se han mostrado favorables a una negociación para la liberación de los diez militares, también han asegurado que no aceptarán “ni un atropello más” ya que la organización rechaza la actividad minera ilegal.