Abogados de nativos acusados cuestionan que magistrados no tomen en cuenta los antecedentes del levantamiento indígena del año 2009.
Ante la proximidad del inicio del juicio oral a 53 nativos awajún-wampis por el caso conocido como Curva del Diablo, donde perdieron la vida 12 policías y 5 indígenas (el caso Estación 6, donde fallecieron 10 policías, es aparte), la defensa legal manifestó preocupación por la posibilidad de que la Fiscalía y la Sala Penal de Bagua planteen los hechos como un caso criminal más, sin detenerse en los antecedentes del levantamiento indígena ocurrido hace cinco años. Carlos Rivera, de IDL; Miguel Jugo, de Aprodeh; y Marco Barretto, de Aidesep, señalaron que el proceso judicial debe ir más allá de los delitos denunciados, de modo que el caso Curva del Diablo marque una pauta en el tratamiento de juicios contra indígenas, y concluya con resultados acordes a la conciencia de justicia. “Este tribunal tiene la oportunidad de discutir la aplicación de derechos constitucionales atribuibles a los pueblos indígenas como es la libre determinación”, precisó Marco Barreto. El abogado que defiende al líder indígena Alberto Pizango recordó que antes de los sucesos del 5 de junio del 2009, en Bagua, la lucha de los nativos era por la derogatoria de un paquete de leyes que ellos consideraban lesivos a sus derechos. “Eso se logró. Significa que fue una lucha legítima”, anotó. desconfianza Actualmente, 20 nativos están con comparecencia restringida, 27 tienen comparecencia simple, 4 orden de captura, hay un detenido y dos con arresto domiciliario. Esto ha generado en los indígenas mucha desconfianza en la justicia ordinaria, pues creen que el miércoles 14, cuando pisen el Tribunal, serán detenidos y no volverán a ver la luz del sol. Marco Barreto afirmó que saldrán airosos no solo porque rebatirán la acusación fiscal sino porque “quien decidió entrar en un operativo de desalojo mal hecho fue el gobierno y, al respecto, la ley se ha flexibilizado penosamente”, acotó. Propuestas que presentará la defensa en la instalación del juicio
Carlos Rivera consideró que el juicio por el caso Curva del Diablo es complejo, no solo por la naturaleza del crimen sino por la cantidad de personas que serán juzgadas, las cuales no viven en Bagua sino en comunidades muy alejadas de esa ciudad amazonense. “El tema cultural también hay que valorarlo. Es probable que se exijan traductores. También pericias de carácter antropológico. Creo que estas propuestas van a ser claves en el momento de la instalación del juicio para que este se dé en mejores condiciones”, indicó. Rivera reprochó que la Fiscalía haya presentado acusación con casi ninguna prueba, pero con duras penalidades que en muchos casos son de cadena perpetua.
