Un estudio realizado por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la universitat Autónoma de Barcelona, al río amazonas señala que el mencionado río presenta contaminación que puede afectar a zonas virgenes de la amazonía Peruana. Como se sabe desde hace más de 30 años empresas extractivas vienen extrayendo gas y petroleo, generando impactos ambientales que no solo perjudican la biodiversidad que habitan en ese territorio sino además a las poblaciones indígenas que viven ahí. Lea el informe y saque sus propias conclusiones.
El petróleo ha contaminado el Amazonas del Perú durante los últimos 30 años
La contaminación por petróleo ha afectado el Amazonas del Perú durante los últimos 30 años y supone un peligro importante para las zonas más vírgenes y remotas de esta región, según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB) y del Departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la UAB que analiza por primera vez el impacto de la contaminación de las actividades extractivas en el Amazonas Occidental. El estudio se ha presentado estos días en la conferencia Goldschmidt de geoquímica, en Sacramento, California.
La mayor parte de las selvas tropicales contienen reservas de gas y petróleo. En el Amazonas occidental o peruano, la producción de estos combustibles empezó en los años 20 y logró su máximo nivel en los 70, pero la creciente demanda actual está provocando un nuevo crecimiento de las extracciones. Aproximadamente el 70% del territorio fue concesionado para la exploración petrolera entre 1970 y 2009. Los investigadores han elaborado por primera vez una base de datos de análisis químicos realizados en esta región entre los años 1983 y 2013 y han analizado los vertidos ocasionales y crónicos que se han producido a lo largo de los ríos de la selva amazónica. Los datos provienen de varias fuentes, incluidas las agencias públicas peruanas y las compañías petroleras. A pesar de que tendrán que ser reforzados con estudios posteriores, los resultados obtenidos han alertado a los científicos. Continúe leyendo UAB