“Ahorita tenemos un problema grave, que es la minería. Nuestra tierra está minada de diamantes y oro. Es dinero fácil. Imagínate que estamos tan mal que los profesores en vez de explicar eso en la escuela, ellos en las tardes se van a las minas” señaló Hortensia Berti, una de las líderes de la etnia pemón, de Venezuela en la que explica la situación del poblado de Kamarata, tras el avance de la minería ilegal y sus repercusiones culturales en los jóvenes indígenas.
La etnia de los Pemones habitan el pueblo de Kamarata a los pies de la Montaña de Auyantepui en la que la minería ilegal ha ido avanzando y devastando la comunidad. Un sobrevuelo en la zona es suficiente para darse cuenta que los campamentos de minería ilegal generan contaminación destructora y perjudican la armonía cultural del lugar.
Ya son más de dos años que los indígenas Pemones se han enfrentado con esa situación, que ha puesto en peligro su cultura. Ya que esta actividad ha ocasionado que los jóvenes dejen a un lado sus creencias para dedicarse a esta actividad económica devastadora, pues la minería informal contrata a indígenas como mano de obra barata.
Ante ello los dirigentes de la comunidad de Kamarata están reinventando nuevas formas de de convivencia en su selva. “Somos nosotros mismos los que estamos irrespetando nuestras tierras. Nuestra lucha es convencer a nuestros jóvenes que irse a las minas significa acabar con la tierra que los dioses nos han prestado” señala la líder Hortensia Berti.
Turismo indígena sostenible
Para serle frente a la minería ilegal y a la destrucción de su hogar, la comunidad ha encontrado en el turismo sostenible una alternativa para ganarse la vida y mantener vigente la cultura heredada de los indios Caribes. Los indígenas han diseñado más de 25 proyectos comunitarios de turismo sostenible en la comunidad del Valle de Kamarata.
Uno de esos proyectos se llama Saway, que en lengua pemona significa pedalea, pedalea y consiste en la implementación de paseos en bicicleta por el Valle de Kamarata. En la actualidad funciona con cuatro rutas en bicicleta, y permite a los indígenas más jóvenes mostrar las creencias y las costumbres de su etnia a los turistas.
Amenazas como la tala de bosques, la contaminación petrolera y minería son las actividades económicas que más perjudican a los pueblos indígenas, y ante ello, son las propias comunidades indígenas que proponen y manifiestan soluciones para salvaguardar su hogar y fortalecer su cultura.
Este tipo de proyectos de la etnia indígena Pemon de Kamarata en Venezuela, son ejemplos de lucha en contra de quienes creen que pueden atentar a la Amazonía latinoamericana.