Más de 6 mil indígenas se niegan a abandonar sus territorios debido a que la policía está desalojándolos por la fuerza, siendo perjudicados los guaraníes kaiowá, en el Estado de Mato Groso do Sul, en el oeste de Brasil. Este hecho ha motivado a que la Relatora Especial de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Victoria Tauli-Corpuz pida los representantes del Estado de Brasil respetar los derechos consuetudinarios de los indígenas.
A través de un comunicado público, Tauli-Corpuz, ha instado al Gobierno de Brasil el aseguramiento de la vida de estos indígenas.
“Deben asegurar que los derechos humanos de los indígenas guaraníes kaiowá se respeten plenamente, en estricto cumplimiento de las normas internacionales que protegen los derechos de los indígenas pueblos” señaló.
Los agentes de la policía civil llegaron el sábado 8 de agosto para desalojarlos en cualquier momento, por lo cual las comunidades temen que exista la intención de llevar a cabo las órdenes de desalojo emitidas en julio de 2015 por los Tribunales Federales.
El pueblo guaraní kaiowá ha participado en una continua lucha de décadas para recuperar sus derechos sobre las tierras ancestrales que están ahora en gran parte bajo el control de los ocupantes no indígenas.
Esto ha dado lugar a violentos ataques en curso contra las comunidades indígenas de las milicias supuestamente pagados por los agricultores y propietarios de tierras no indígenas, que tienen intereses comerciales muy importantes en la región, en gran parte relacionada con los agronegocios a escala industrial.
Durante siglos, estos pueblos han vivido en el Estado de Mato Groso do Sul. La capacidad de vivir en sus tierras tradicionales, ha, reducido sin embargo en el último siglo. En la década de 1920 muchas comunidades indígenas fueron desplazadas por la fuerza por el Estado a los llamados “Reservas de Indios”. En la década de 1940, otros fueron desplazados lejos de sus tierras tradicionales para dar paso a los colonos no indígenas que llegaron a la zona para participar en la agroindustria a gran escala.
“Los pueblos indígenas no deben ser reubicados por la fuerza de sus tierras o territorios,” dijo Tauli-Corpuz, recordando la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Finalmente la relatora manifestó su preocupación por este lamentable hecho que viven los guaraníes kaiowá que siguen luchando para el reconocimiento oficial de sus territorios.
“Teniendo en cuenta la situación actual de inseguridad y desconfianza en el Estado de Mato Groso do Sul, incluyendo larga data problemas no resueltos sobre la propiedad de las tierras tradicionales, y los patrones actuales de violencia, temo por la seguridad y protección de los pueblos indígenas afectados”, manifestó.