Frente a los graves sucesos que vienen aconteciendo en nuestro país, los pueblos indígenas organizados en la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) manifestamos lo siguiente:
Esta crisis dejó de ser política y ha escalado a una crisis social generalizada que lleva demasiados días sin que exista voluntad del Ejecutivo, del Congreso y de los grandes medios para solucionarla. No es posible que estemos contando muertos debido a que no se pueden atender las demandas de justicia social y el reclamo central del país a la convocatoria inmediata a elecciones generales para el 2023. El Ejecutivo y el Congreso fracasaron rotundamente y deben irse ya, no pretendan seguir “malgobernando” con la sangre peruana en sus manos y conciencias.
Alzamos nuestra voz enérgica para rechazar tajantemente todos los actos de represión violenta de la Policía Nacional del Perú y de las Fuerzas Armadas contra nuestros hermanos y hermanas que vienen ejerciendo su legítimo derecho a la protesta. Hacemos responsables no solo a los subalternos y oficiales directos, sino a sus generales, ministros involucrados, y sobre todo a los congresistas racistas que realmente gobiernan y han exigido más represión.
Rechazamos también la infiltración e imposición de pequeños grupos, con agendas particulares, confusas y oscuras, que empujan irresponsablemente a acciones de violencia innecesaria. La lucha popular es masiva, reflexiva y no debe ser manipulada.
Lamentamos profundamente la muerte de nuestros hermanos y hermanas de las diferentes regiones del país que han sido asesinados producto de la violencia y el uso indiscriminado de armas letales. Expresamos nuestras sinceras condolencias a sus familias y nos unimos al clamor porque estas muertes no queden impunes. Extendemos nuestra solidaridad con las decenas de heridos, hospitalizados y mutilados producto de este salvajismo represivo.
Alertamos que el Congreso está aprovechando esta crisis para poner en agenda y aprobar leyes lesivas que atentan contra los derechos del pueblo peruano en general, y de los pueblos indígenas y la Amazonía, en particular. Esto puede agravarse con la ampliación de la actual legislatura, que solo debe centrarse en adelantar elecciones. Asimismo, hacemos un llamado a la Organización de Estados Americanos (OEA), Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Organización de las Naciones Unidas (ONU), instancias internacionales y aliados de los pueblos a pronunciarse.
Exhortamos al Estado peruano a que cese el uso excesivo de la violencia represiva de los que están en el poder sobre los más desfavorecidos y que se priorice el respeto de los derechos humanos. Asimismo, llamamos a la ciudadanía a mantener un rol activo y reflexivo a la vez en esta crisis con el corazón caliente pero la cabeza bien fría.
¡APOYO SOCIAL A LAS FAMILIAS AFECTADAS POR LA REPRESIÓN!
¡RECHAZAMOS LA VIOLENCIA VENGA DE DONDE VENGA!
¡DEFENSA DEL PERÚ DESDE NUESTRAS AUTONOMÍAS TERRITORIALES!
¡NI UN MUERTO MÁS! ¡QUE SE VAYAN TODOS!