El consejo directivo de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, deslinda vinculaciones y rechaza falsas alianzas que supuestamente AIDESEP tiene con el economista Hernando De Soto.
Esto frente a las afirmaciones hechas en la prensa nacional, de una alianza entre Hernando De Soto y AIDESEP en los últimos días, la organización indígena nacional precisa en un comunicado “Rechazamos la participación directa de AIDESEP en las propuestas que viene difundiendo el Instituto de Libertad y Democracia – ILD, que preside Hernando De Soto”
Además, AIDESEP deja en claro que lucha por la titulación de los territorios integrales de las comunidades indígenas siempre ha sido y será de forma colectiva, desde el nivel comunal al de la doble integralidad: colectiva de cada pueblo y del integro de recursos naturales, como lo establece el Convenio 169-OIT (RL 26253) y que incluye la de indivisibilidad y prohibición de venta de propiedades indígenas y su inembargabilidad.
El comunicado hecho a la opinión pública, pone en evidencia la conocida postura de Hernando de Soto que reduce la importancia del territorio, solamente al plano económico y crediticio, poniendo en riesgo los territorios al colocarlos como un bien pasible de ser puesto en garantía a cambio de créditos, postura con la cual AIDESEP está sumamente en contra.
“Es claro que a Hernando De Soto no le interesa la importancia cultural, social, histórica, simbólica, ecológica que tiene un territorio indígena y menos aún la obligación que tienen las actuales generaciones de entregar territorios íntegros a las que vienen para que puedan vivir con dignidad y bienestar, solo le importa que estos puedan ser utilizados para obtener préstamos, crear empresas, explotar los recursos naturales”, sostiene firmemente el comunicado.
Asimismo, AIDESEP recuerda que él mismo economista tuvo una posición de deslinde con los pueblos indígenas amazónicos representados en esta organización indígena nacional.
Finalmente, el pronunciamiento llama a abordar una deuda histórica: la propiedad plena y completa para los pueblos indígenas, incluyendo el suelo, sub suelo y vuelo forestal, y de modo colectivo, comunitario y para la integralidad de cada pueblo indígena, y no solo de comunidades aisladas, ni parcelas familiares y peor para ser embargadas por créditos bancarios.
