El Ministerio del Ambiente – MINAM, señala que el 75% y 90% de la deforestación nacional, se genera por la tumba y quema de árboles para actividades agropecuarias de pequeña escala, sin embargo, no señala las incongruencias en la normativa en las que incurre el Estado, al fomentar la adjudicación de predios privados a gran escala con fines agrarios, ya que es un requisito tener cultivos en limpio para adjudicarse a un predio.

Para el especialista forestal nacional de AIDESEP, George Cuñachi, lo señalado por el MINAM, es una verdad a medias, pues es el mismo Estado quien propicia estas actividades a través del cambio de uso de suelos.
“La deforestación y degradación de los bosques, es consecuencia del no cumplimiento de las políticas de conservación de los bosques en la amazonia peruana… Si bien la política forestal, dice que hay que conservar y mantener los bosques en pie y garantizar de acá a 20 años la degradación cero, son los gobiernos regionales quienes no están aplicando los lineamientos de conservación, que hacen mención los ministerios, ya que se están adjudicando predios a gran escala con fines de hacer cambio de uso a espalda de la normativa que entrará en vigencia en los próximos meses”.
Ejemplo: caso Loreto http://www.aidesep.org.pe/empresas-de-palma-aceitera-en-peru-planean-eliminar-23-000-hectareas-de-bosque-primario/
Cuñachi enfatizó, que se está aprovechando que aún, no entra en vigencia la ley forestal y su reglamento, para entregar concesiones para el cambio de uso, dónde grandes empresas y pequeños agropecuarios, están deforestando bosques para sembrar palma aceitera.
“La migración hacia la amazonia, de manera desordenada en el otorgamiento de títulos por parte de las direcciones generales agrarias a colonos, generan impactos descontrolados en el bosque… es esa misma ley que dice “el dueño de la tierra es de quien la trabaja”, entonces para obtener un título ¿tengo que talar?, eso es una de las inconsistencias de la normativa y su cumplimiento”.
Por ello señaló que no es sólo echarle la culpa al campesinado, por realizar una actividad para subsistir, sino que es el Estado, quien no brinda alternativas diferentes a la siembra de palma aceitera.
“Al no haber fomento de cultivos alternativos como la agroforestería, aparecen como la única actividad en la región los monocultivos, por tal razón se está encaminando a la siembra de palma aceitera, y por ende los grandes empresarios ya están focalizando y e impulsado la palma como la única alternativa agropecuaria al campesinado. Como ya viene ocurriendo en varias regiones del país, como San Martín (Grupo Romero, con el proyecto de palma del Shanusi) y Loreto (Tamshicayu), generando así grandes impactos de deforestación”.
En ese sentido es que desde AIDESEP, a través de su participación en el proceso de Consulta Previa a la Propuesta del Reglamento de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre, ha expresado que el cambio de uso en los bosques amazónicos no es una alternativa económica sostenible para las poblaciones de la amazonia peruana agrupadas en comunidades, predios privados, etc. Ya que genera impactos irreversibles en el ecosistema boscoso, asimismo genera el empobrecimiento, desplazamiento y despojo de su territorio a estas poblaciones.