Pueblos indígenas de Australia son despojados de agua y luz eléctrica 

Un acto más de discriminación y exclusión para los pobladores indígenas de Australia ya que se quedarían sin agua potable y luz eléctrica. Debido a que el gobierno de ese país les cortará suministro de estos servicios a más de 200 comunidades de aborígenes porque no podrán seguir costeando los servicios, informó medio de comunicación australiana.

Sin una explicación razonable se anunció que se dejaría de pagar los servicios públicos correspondientes al Estado Australiano, y hasta se responsabilizó a los gobiernos municipales de hacerlo para que puedan obtener agua y electricidad las comunidades indígenas de la provincia de Kimberley.

Pero, los gobiernos municipales se negaron de asumir la responsabilidad manifestando que no podrán costear los servicios, por ello invitan a las comunidades abandonar sus tierras negando así  los derechos que ellos merecen tras una histórica lucha para obtenerlos.

Cabe recordar un tercio de la población indígena viven en las principales ciudades australianas (32% o 165.800 personas), 45% se reparten entre las regiones continentales y los territorios insulares, y cerca de 25% viven en las regiones desérticas del interior, llamadas “remotas” o “muy remotas”. Por ello, Australia subsidia algunas necesidades de los pueblos indígenas ya que es un derecho ganado históricamente como compensación a los perjuicios ocasionados a sus tierras.

Ante tal información distintas organizaciones manifestaron su voz de protesta, como por ejemplo Amnistía Internacional que a través de su asesor indígena Rodney Dillon, manifestó que la mayor parte de los miembros de las comunidades indígenas no podrían sobrevivir ante esta situación ocasionada por su país, debido a que no pagaran estas necesidades básicas.

“Esto (cortar los servicios básicos) podría ser un choque psicológico. Es su tierra natal, es a donde pertenecen y del que están orgullosos. Varios quizás se queden y mueran en sus tierras”, manifestó Rodney Dillon.

Cabe precisar que no es la primera vez que las autoridades australianas hacen caso omiso a los derechos de los indígenas, pues en 2011 el Gobierno destruyó las viviendas de una comunidad aborigen en Oombulgurri, este de Kimberley. Tal situación se ha denunciado en reiteradas ocasiones, ya que las medidas y políticas de este país son consideradas como “discriminatorias y racistas” adoptadas por el Gobierno de Canberra hacia las comunidades indígenas.

El dato:

De 22 millones de habitantes australianos, unos 500.000 son indígenas, que son considerados la clase marginada, sufriendo la mayor tasa de desempleo, enfermedad y mortalidad infantil.

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