El pueblo Awajún enfrenta una nueva emergencia ambiental tras dos derrames de petróleo ocurridos en febrero de 2025 en el Oleoducto Norperuano, operado por la empresa estatal Petroperú.
Estas fugas han contaminado fuentes de agua esenciales para la subsistencia de las comunidades y han generado alarma ante la falta de una respuesta efectiva de las autoridades.
Derrames continuos
El primer derrame ocurrió el 8 de febrero en el kilómetro 376 del Tramo II del Oleoducto Norperuano, afectando a la comunidad nativa Anexo Shukgi y la quebrada Numpatkaim, en el distrito de Santa María de Nieva, Amazonas.
Cuatro días después, el 12 de febrero, se registró un segundo derrame en el kilómetro 385, impactando la quebrada Putuchip y la comunidad de Chinchipe, en el mismo distrito.
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La quebrada Putuchip, en el distrito de Nieva, fue contaminada con petróleo. Foto: Radio Kampagkis
Este nuevo derrame agravó la crisis ambiental, contaminando cultivos y otras fuentes hídricas esenciales para la subsistencia de las comunidades.
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) confirmó a Mongabay que en el primer derrame se liberaron aproximadamente 800 barriles de petróleo, mientras que en el segundo se derramaron 36.5 barriles.
Las comunidades cercanas también han sido afectadas por el derrame, sumándose a los 831 incidentes registrados en la Amazonía peruana entre 1997 y 2023, según el informe Las sombras de los hidrocarburos.
Ante esta situación, las comunidades realizaron dos asambleas, pero la falta de respuesta de las autoridades aumentó la indignación.
Evaluación de impactos
Primera asamblea
El 14 de febrero, en el centro poblado de Najaim Paraíso, se realizó la primera asamblea para evaluar los impactos del derrame, pero ninguna de las autoridades estatales, incluyendo a Petroperú, participaron.
Durante la reunión, los comuneros denunciaron la grave afectación a sus fuentes de agua y cultivos y rechazaron cualquier responsabilidad en el incidente.
“Ahora mismo, la comunidad Nueva Unida está siendo bastante afectada, la comunidad entera no tiene de donde beber agua”, denunció Elmer Yampis Shawit, pámuk de la comunidad Najaim Paraíso.
“[…] Todos los comuneros que mantienen sembrío de yuca, plátano y otras cosas han sido sumamente afectados”, agregó Yampis Shawit.
Los representantes de las comunidades cercanas también reportaron síntomas de intoxicación como mareos y dolores de cabeza debido al fuerte olor a petróleo.
El Gobierno Territorial Autónomo Awajún (GTAA) y la organización Acción Contra el Hambre visitaron la zona afectada y confirmaron la gravedad del derrame, documentando los impactos en el agua, los cultivos y la salud de la población.
Esto contrasta con los informes del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) y Petroperú, que minimizaron la magnitud del desastre, indicó Matut Impi, Waisam (vicepresidenta) del GTAA.
Yampis Shawit denunció que, hasta la fecha, Petroperú no brinda soluciones efectivas más allá de colocar un parche en el oleoducto para la contención del hidrocarburo.
Los comuneros rechazaron cualquier acusación en su contra y demandaron que Petroperú realice una indagación seria e imparcial.
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Derrame de petróleo en la quebrada Putuchip, en el distrito de Santa María de Nieva. Foto: Radio Kampagkis
Segunda asamblea
El 18 de febrero se reiteraron invitaciones a las autoridades locales, provinciales, regionales y a Petroperú con el objetivo de alcanzar un acuerdo.
Sin embargo, ninguna autoridad se hizo presente. Petroperú solo envió un documento en el que informaba su inasistencia y señalaba que cualquier comunicación se gestionaría a través de sus canales oficiales.
Durante la reunión, los asistentes expresaron su preocupación ante la versión de Petroperú, que atribuyó el derrame a perforaciones con taladro, sugiriendo un ataque planificado.
“Un comunero carece de economía para obtener un objeto, herramientas industriales, como para que pueda ocasionar esa ruptura”, señaló Yampis Shawit.
Asimismo, se rechazó esta acusación, argumentando que se desconoce la ubicación exacta del oleoducto, ya que está enterrado.
Yampis Shawit exigió a Petroperú que realice una investigación exhaustiva o, en su defecto, que derive el caso a la Fiscalía para determinar a los verdaderos responsables.
Además, reafirmó la disposición de la comunidad para colaborar en las investigaciones y detener la contaminación que sigue afectando el territorio.
El Pamuk (presidente) del GTAA, Gil Inoach Shawit, recorrió la quebrada Putush Entsa y confirmó -una vez más- la magnitud del derrame.
Denunció que la contaminación ha destruido cultivos de cacao, sachapapa, yuca y pituca, afectando la seguridad alimentaria de la zona.
“Vamos a hacer esto público para que el gobierno central y Petroperú tomen en cuenta la gravedad del desastre”, agregó.
Finalmente, se instó a INDECI a verificar los daños y actualizar su informe preliminar. Asimismo, se convocó a las autoridades estatales a una reunión el 4 de marzo para discutir soluciones y garantizar la remediación en las comunidades afectadas.
Con información del Gobierno Territorial Autónomo Awajún