“La delegación de Perú, que asiste a la vigésima segunda sesión del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas (UNPFII), presentó una visión preocupante y fuera de la realidad sobre el estado de los derechos humanos de los pueblos indígenas”, denunció Tabea Casique, secretaria del Consejo Directivo de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP).
Luego de escuchar la intervención de los representantes del gobierno peruano, la lideresa del pueblo Ashéninka señaló que “mientras el Estado peruano asegura que se promueve la inclusión social y que se implementan mecanismos de acceso a la justicia para los hermanos indígenas y rechaza las denuncias de líderes que han levantado la voz en este Foro, continúa la persecución, la criminalización, el racismo y las amenazas de despojo de derechos y territorios, o en contra de la vida de los pueblos indígenas, que durante siglos han habitado en las regiones más biodiversas y mejor conservadas de la Amazonía peruana”.
Asimismo, enfatizó que con el argumento de impulsar el desarrollo y recuperar la economía del país, el gobierno peruano está aprobando diversas leyes y proyectos de minería, petróleo, madereros, construcción de carreteras, entre otros, sin el Consentimiento Previo, Libre e Informado de los pueblos indígenas. Lo que acarrea expulsiones de los territorios ancestrales, contamina los territorios y ríos, generando pobreza, marginación y problemas de salud.
Y, con respecto a la grave situación que enfrentan los defensores indígenas, Casique mencionó “nuestros defensores y defensoras están siendo constantemente amenazados y asesinados. Desde el 2013 a la fecha, más de 20 líderes indígenas han perdido la vida. El caso más reciente es el asesinato del hermano del pueblo Asháninka Santiago Contorincón, ocurrido el 8 de abril en la provincia de Satipo, en la Selva central de Perú”.
Cabe precisar que, con el asesinato de Santiago Contoricón, una vez más queda demostrado que en el Perú no existen mecanismos estatales efectivos para proteger a los pueblos indígenas y las actividades extractivas siguen avanzando en sus territorios.
Este es el escenario desolador que enfrentan los pueblos indígenas del Perú y que es promovido desde instancias de gobierno, que participan en el Foro y buscan tratar de sorprender a los estados mienbros y a otros pueblos indígenas con un discurso indolente y carente de responsabilidad frente a los acuerdos internacionales que el Estado peruano se ha comprometido a defender e implementar.