Se necesita una agenda forestal con cosmovisión indígena

Líderes y técnicos de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) recibieron una actualización sobre la situación, avances y desafíos de la agenda forestal comunitaria en la Amazonía y la sostenibilidad de las redes de control y vigilancia comunitaria.

“La agenda forestal comunitaria no sólo debe ser un tema de derechos sino también de aprovechamiento” convinieron los participantes. Las comunidades deberían contar con módulos que sean como “sus biblias” para que el aprovechamiento de sus recursos forestales esté en el marco de la ley, y, además, tenga los argumentos necesarios para no dejarse engañar por los “madereros” que fungen de patrones, manifestaron los participantes.

El evento de capacitación, se realizó el 29 de enero y el 1 de febrero del presente año, se dividió en dos módulos, el primero donde se dio a conocer los elementos de la agenda forestal maderable en comunidades nativas y el segundo, el análisis para la sostenibilidad institucional y financiera de las redes de los Comités de Vigilancia Comunitaria (CVC) de los pueblos indígenas.

Cabe resaltar que, según la investigación previa a la propuesta de la Agenda Forestal Comunitaria, se identificó a 600 las comunidades nativas (ubicadas en las regiones de Loreto, Ucayali, Junín, Pasco y Madre de Dios) equivalentes a 1 millón de hectáreas, como las que mueven la actividad maderable en el país, pero que en contra posición, son 409 las que cometieron infracciones al estado, acumulando una deuda de más de 111 millones de soles hasta el 2019.

La propuesta de sostenibilidad institucional pasa por la articulación y la mejora de la gestión forestal desde el nivel comunal, con las veedurías forestales comunitarias (VFC) o comités de vigilancia y control forestal y de fauna silvestre (CVCFFS), los espacios de participación como los Comités de gestión forestal y de fauna silvestre (CGFFS), la Unidades técnicas de manejo forestal comunitario (UTMFC) y las Unidades de gestión forestal y de fauna silvestre (UGFFS) de los Gores, y las organizaciones indígenas en los tres niveles local, regional y nacional en el sistema nacional de control y vigilancia forestal y de fauna silvestre (SNCVFFS) y las Mesas regionales de control y vigilancia forestal y de fauna silvestre (MRCVFFS), recibiendo e incorporando información al sistema nacional de información forestal y de fauna silvestre (SNIFFS) a través del Módulo de monitorio de la cobertura de bosques (MMCB) y el Sub módulo de monitoreo satelital de los impactos al patrimonio forestal (SM-MSIPF) y las Uniades de monitoreo satelital (UMS) en las regiones, buscando articular información con la plataforma SAAT AIDESEP.

Por su parte, Lizardo Cauper, presidente de AIDESEP expresó que “las comunidades no están listas para los negocios maderables en igualdad de condiciones, ya que aún se sigue regalando la madera a los famosos madereros a quienes les dan todos los permisos para que ellos dispongan y se aprovechen” dijo, refiriéndose a las comunidades que integran a la FENACOCA (Federación indígena).

Cabe precisar que actualmente las comunidades afiliadas a AIDESEP tienen 14 millones de hectáreas tituladas en más de 1809 comunidades de las 11 regiones amazónicas.

Ruth Buendía, como parte de la junta directiva nacional de AIDESEP, dijo que se necesitan formalizar a nuestras comunidades mediante la asociatividad o cooperativas para que nos ayuden a estar en igual de condiciones para el aprovechamiento forestal “necesitamos fortalecer nuestras comunidades con la claridad de nuestra economía indígena. No podemos seguir permitiendo que exploten nuestros bosques a nuestra vista sin ser parte de las ganancias” sentenció.

Asimismo, los dirigentes y técnicos coincidieron que se necesita tejer alianzas con empresas responsables, la idea, es que la misma AIDESEP tenga la capacidad de comprar la madera de sus comunidades y colocarlas al mercado “hace unos años hasta hemos recibido una invitación de una empresa indígena de Canadá que quería comprarnos directamente la madera a un precio justo” detalló Lizardo Cauper.

Finalmente, se quedó en quedó en que los próximos pasos a seguir deben ser el fortalecimiento del conocimiento de manejo forestal comunitario a las bases regionales de AIDESEP, asimismo, mejorar en nuestra comunicación interna y externa con las bases, y, fortalecer acciones como la que tiene la Organización Regional Aidesep Ucayali (ORAU), respecto a la vigilancia indígena que el Estado llama “Comité de Vigilancia”.

El próximo taller dirigido a las 9 bases regionales de AIDESEP, será este 5 de febrero a las 9:00 de la mañana vía virtual.

Dato:

AIDESEP cuenta con su propio Sistema de Alertas Tempranas (SAT) para el monitoreo y la vigilancia de los bosques indígenas, según lo informó el coordinador de CIPTA, Waldir Azaña.

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